Deuda Pública de Paraguay: Descripción, análisis y desafíos
A modo de entender el proceso que ha tenido la Deuda Pública en Paraguay es necesario recapitular eventos puntuales que p ... Leer Más >>
La crisis sanitaria agudizó la desigualdad a escala global. Pese al esfuerzo de los gobiernos por mitigar los efectos de la pandemia, solo contados pudieron aminorar el impacto, principalmente de las economías avanzadas, frente a la profundización de los problemas que experimentaron y lo siguen haciendo las naciones de bajos y medios ingresos.
El informe de cierre de año del Banco Mundial (BM) ofrece una síntesis de la situación en los aspectos sociales y económicos que ha dejado la crisis en su segundo año desde que la COVID-19 fuera declarada pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
A continuación, se repasan los trece puntos expuestos por el organismo internacional y se vincula en algunos de ellos con el escenario y perspectivas generadas en Paraguay.
1. Un acceso desigual a las vacunas
En este primer punto, el BM destaca que la vacunación es el mecanismo más rápido para poner fin a la pandemia. Sin embargo, la desigualdad en el acceso, por ende, en las campañas de inoculación provoca una marcada brecha en las posibilidades que tienen los países en el mundo. Al respecto, solo el 7% de las personas en los países de ingreso bajo han recibido una dosis de las vacunas en comparación con más del 75 % en los países de ingreso alto. Por ello, se necesita un acceso justo y amplio a vacunas eficaces y seguras contra la COVID-19 y así poder salvar vidas y fortalecer la recuperación económica mundial, remarca el Banco Mundial.
Paraguay figura entre los tres países sudamericanos con la más baja tasa de personas inmunizadas contra la COVID-19 solo por encima de Bolivia y Venezuela. El 42,69% de la población paraguaya está completamente vacunada, de acuerdo con datos del portal Datosmacro.com.
Desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social refieren que más del 50% de la población objetivo ya completó su esquema de vacunación.
2. ¿Están los países preparados para la aplicación de las vacunas?
En línea al primer punto, en este, el organismo internacional hace referencia a la infraestructura básica para garantizar la entrega y distribución exitosas de las vacunas. Este requerimiento se había convertido en el principal desafío de los países emergentes cuando se daba inicio al proceso de adquisición de las primeras dosis. El sector privado cumplió un rol más que importante en el proceso de aceleración para la adquisición e incluso conservación de las vacunas.
Para el caso de Paraguay, el país contaba con los recursos para la compra de los lotes. Si embargo, los problemas de gestión incidieron nuevamente en la provisión del insumo. El Mecanismo de Acceso Mundial a las Vacunas contra el COVID-19, también llamado COVAX, coalición de 172 países que, de acuerdo con su mandato buscaba garantizar la vacuna para sus miembros, priorizó a otros países excluyendo a Paraguay. De esta manera, la campaña de inoculación tuvo importantes retrasos en el país.
El plan implementado desde casi finales de febrero de 2021 alcanzó a la primerísima línea de atención, es decir, médicos, enfermeras o personal de aseo y apoyo.
Para el BM, la pandemia ha expuesto, más que nunca, las deficiencias de muchos sistemas de salud, que ahora enfrentan el doble desafío de responder al brote y mantener servicios esenciales que salvan vidas. También muestra que los sistemas de salud sólidos son la base de la preparación para casos de pandemia.
En Paraguay había sido aprobada la Ley N° 6524 que declaró estado de emergencia en todo el territorio de la República del Paraguay. Con esta normativa el Gobierno dispuso de US$ 1.600 millones (? 10.211 miles de millones) previstos en el Artículo 33 y US$ 390 millones (? 2.490 miles de millones) contemplados en el Artículo 35 de la Ley.
De este total, el 83,2% fueron destinados a planes y proyectos vinculados al sistema sanitario de Paraguay. Desde la construcción y reparación de infraestructura, compra de insumos, contrataciones de personal de blanco y asistencia.
3. Una recuperación mundial dispar
Tal como el impacto de la crisis sanitaria estuvo marcado por diferencias en economías de ingreso bajo, mediano y alto, la recuperación económica también siguió la misma tendencia.
Si bien para el cierre de 2021, las perspectivas económicas mundiales marcan un crecimiento de 5,5%, se espera una recuperación desigual.
En las economías emergentes y en desarrollo el crecimiento para el año 2021 sería de 6,3 %; 4,6 % en 2022 y de 4,4 % en 2023.
El más reciente informe Perspectivas económicas mundiales del Banco Mundial advierte que la economía mundial está entrando en una pronunciada desaceleración en medio de las nuevas amenazas derivadas de las variantes de la COVID?19 y el aumento de la inflación, la deuda y la desigualdad de ingresos, lo que podría poner en peligro la recuperación de las economías emergentes y en desarrollo.
El organismo internacional estima que la economía de Paraguay se expandirá 4,3% para el cierre de 2021 con una desaceleración en 2022 para ubicarse en 4%.
4. Las pérdidas de ingresos para el 40% más pobre de la población
La recuperación en condiciones de marcada desigualdad se traduce directamente en la también pérdida de ingresos, la cual ha afectado a todos los grupos sociales durante la pandemia. De acuerdo con los datos recabados por el Banco Mundial, el 20 % más pobre experimentó la caída más pronunciada. Durante el año 2021, sus ingresos disminuyeron aún más, mientras que los más ricos han comenzado a contener la tendencia. Esto se debe, conforme al organismo, a que el 40% más pobre no ha iniciado siquiera un proceso de recuperación de sus pérdidas de ingresos. De hecho, la caída se ha traducido en alrededor de 100 millones más de personas que viven en la pobreza extrema.
En cuanto al impacto por género, las mujeres han cargado con los mayores efectos en términos de desempleo, pérdida de ingresos e inseguridad frente a los hombres.
La tasa de desempleo en Paraguay y de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que de un total de 242.906 personas que no realizó actividad económica alguna, ni siquiera por una hora en el periodo de referencia, está disponible y busca activamente empleo, 119.273 fueron hombres (49%) y 123.633 mujeres (51%). Estos números muestran que las mujeres trabajadoras siguen siendo las más afectadas, a pesar de haber sido el grupo con mayor salida de la condición de desocupados (48.530) frente a los 3.261 hombres.
5. El comercio, un motor de la recuperación mundial
El impacto en uno de los componentes de la economía tiene necesariamente efectos colaterales. Para el caso del comercio, la incertidumbre que se tradujo en complicaciones incidió significativamente en los indicadores de pobreza de todo el mundo. Sobre el punto, históricamente ha existido una estrecha relación entre el comercio y la reducción de la pobreza. Tal es así que la duplicación de su participación en las exportaciones entre 1990 y 2017 de los países de ingreso bajo y mediano permitió la reducción de la indigencia.
El reciente informe del Banco Mundial remarca que luego de que la pandemia alterara gravemente el comercio mundial, los últimos datos muestran un sólido repunte, que está ayudando a la recuperación. En efecto, el comercio contribuye al proporcionar una demanda externa sostenida de exportaciones y asegurar la disponibilidad de servicios y productos intermedios importados.
El documento del BM agrega que los países menos adelantados, que tienen una capacidad limitada para impulsar la recuperación mediante paquetes de estímulo fiscal, dependen particularmente de la reactivación del comercio como una fuente de crecimiento económico.
En el mismo sentido, el comercio en Paraguay ha mostrado una buena dinámica durante el 2021. Las importaciones pasaron de más de US$ 9.200 millones en enero del año pasado a superar los US$ 12.000 millones. En tanto que las exportaciones más reexportaciones también presentaron un importante crecimiento. Los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) revelan que de US$ 10.300 millones durante el primer mes del año, al último dato, ya rondaba los US$ 13.300 millones.
6. El aumento de los niveles de deuda en medio de la pandemia
En su informe de cierre de 2021, el Banco Mundial considera también otro importante componente, la Deuda Pública. Ésta ha experimentado un claro crecimiento, principalmente, en los países emergentes donde las posibilidades de enfrentar la pandemia con recursos propios han sido, en la mayoría de las economías de la región, improbable. Para el caso de los países de ingreso bajo, la situación se ha profundizado, al considerar que la mitad de ellos estaban en una situación crítica causada por el sobreendeudamiento o en alto riesgo en la precrisis.
De acuerdo con el organismo, la expansión de los niveles de la deuda en todo el mundo es la más rápida, grande y amplia de los últimos años. Ante esto, el Banco Mundial sugiere tener especial cuidado en el proceso de reconversión de la respuesta a la recuperación. Esto es que los responsables de las políticas en los mercados emergentes y las economías en desarrollo manejen con la mayor prudencia posible el retiro prematuro del apoyo fiscal, tratando de aumentar la eficiencia del gasto público y equilibrar la necesidad de sostenibilidad de la deuda.
No obstante, el organismo alerta sobre la serie de impactos esperados en la post pandemia como el aumento de los costos del servicio de la deuda, lo que desacelerará la recuperación, dificultando los esfuerzos para enfrentar otros desafíos del desarrollo, incluido el cambio climático.
En Paraguay, desde el Ministerio de Hacienda habían precisado que el crecimiento de la Deuda Pública como porcentaje del Producto Interno Bruto a causa de la pandemia (2019 vs 2020) fue de alrededor de 10,7%. Para el año 2021 y comparando con el 2020, se espera que el crecimiento del indicador sea en torno a 1,3%-1.5% del PIB, es decir, volvería a estabilizarse a la tasa de crecimiento de la precrisis.
Hasta el mes de noviembre de 2021, la Deuda Pública de Paraguay asciende a US$ 13.522,9 millones o su equivalente a 33,7% del PIB.
7. La complejidad de los informes sobre la deuda
En este punto, el Banco Mundial centra su atención en la elaboración de los informes sobre la deuda. Un proceso cargado de complejidades, por lo que los números podrían incluso ser mayores.
El documento refiere que, en la actualidad, la vigilancia de la deuda mundial depende de una combinación de bases de datos con diferentes normas y definiciones. Estas bases de datos tienen grandes brechas. El informe muestra que los registros disponibles públicamente sobre el volumen de la deuda de los países de ingreso bajo dan lugar a variaciones que pueden alcanzar hasta el 30% del PIB debido a las divergencias en las definiciones y normas de las bases de datos locales e internacionales.
Al respecto, el presidente del Grupo Banco Mundial, David Malpass, expresaba que “lograr una mayor transparencia de la deuda es un paso vital en el proceso de desarrollo. Facilita la realización de inversiones nuevas de alta calidad, reduce la corrupción y permite la rendición de cuentas".
En América Latina, la Deuda Pública Bruta del Gobierno Central al cierre de 2020 se había ubicado en 56,4% del PIB regional, mientras que, al tercer trimestre de 2021, llegó a 54,7% del PIB, de acuerdo con datos de la CEPAL.
8. El aumento sin precedentes de la pobreza de aprendizajes
Tal como la deuda pública experimentó un importante crecimiento en los países emergentes y ingresos bajos, la educación fue otro campo muy afectado durante la pandemia, profundizando las desigualdades educativas.
Los prolongados cierres de las escuelas provocaron el aumento de la pobreza de aprendizajes. Así, el porcentaje de niños de 10 años que no pueden leer un texto básico podría llegar al 70% en los países de ingreso bajo y mediano.
De acuerdo con estimaciones recientes del Banco Mundial tendrá impactos duraderos en los ingresos futuros, el alivio de la pobreza y la reducción de la desigualdad. Los últimos cálculos hablan de que la generación actual de estudiantes corre el riesgo de perder USD 17 billones en concepto de ingresos a lo largo de su vida.
La pérdida promedio de clases en Paraguay fue de 7 meses, muy cercano a los 7,7 meses registrados en América Latina y el Caribe, conforme estimaciones del organismo internacional.
Desde el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) informaron que el 95% de los alumnos del primer, segundo, tercer ciclo y de la educación media de instituciones públicas y privadas pasaron de grado, sin embargo, la condición no reflejaría el desempeño según el nivel académico del estudiante.
9. Los altos precios de la energía impulsan el aumento de los costos de otros productos básicos
En este aspecto abordado, el Banco Mundial destaca el aumento del precio de la energía con el consecuente impacto en el costo de los productos básicos. Al respecto, en la edición más reciente del informe Perspectivas de los mercados de productos básicos, los precios de la energía serían, en promedio, 80% más altos en 2021 en comparación con el año anterior.
Es de mencionar que la energía es un producto básico fundamental para la producción de alimentos y la calefacción. De hecho, el alza de los precios de la energía ya ha afectado a los precios de los fertilizantes, aumentando a su vez el costo de la producción de alimentos, resalta el BM.
El organismo recordó que, en la segunda mitad de 2021, los precios de los productos básicos alimenticios comenzaron a estabilizarse en respuesta a las perspectivas favorables de la oferta mundial. Sin embargo, continúan por encima de los niveles de la prepandemia. Vinculado al tema, la inflación interna de los precios de los alimentos registra un incremento en la mayoría de los países, reduciendo significativamente la capacidad de compra de alimentos saludables por parte de los más vulnerables. La situación profundiza la inseguridad alimentaria en los países en desarrollo.
A nivel mundial, la inflación ha estado marcada por un aumento. En Paraguay, el comportamiento se comienza a observar, principalmente, desde el segundo cuatrimestre del año 2021. La inflación de diciembre de 2021 medida por la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del 0%. Con este resultado, la inflación del año 2021 ascendió al 6,8%, por encima del 2,2% verificado en el año anterior, reportaron desde el Banco Central del Paraguay.
A la alta incertidumbre provocada por la tan contagiosa variante “ómicron” y otras que van apareciendo, el factor climático se suma a las altas y bajas perspectivas de Paraguay para el año 2022. Así, el tercer año de pandemia está cargado de nuevos desafíos tanto para el sector público como privado.
El papel del Estado es clave en las buenas expectativas que se puedan crear en los agentes económicos, que finalmente ayudarán a dinamizar el engranaje económico del país y a su vez promover el bienestar de toda la población.